INDIA
Más crecimiento sin corrupción
El incremento de sobornos y otros abusos frena la inversión en India.
Escándalo tras escándalo, en India se ha desperezado la consciencia en contra de la lacra social de la corrupción. Desde los ponentes en las conferencias hasta los grupos de jazz antes de los conciertos o simplemente la gente en las calles se dedican a hablar del daño que este fenómeno está causando al país. En enero se hizo la primera marcha y se ha formado una plataforma de protesta, con intelectuales, ONG, exjueces y líderes religiosos. El activista Anna Hazare logró, con una huelga de hambre secundada por miles de seguidores, que el Gobierno aceptara a civiles con autoridad moral en la comisión que determinará las nuevas leyes anticorrupción.
La corrupción en India data de los tiempos de la colonia y de toda la historia del país desde su independencia, en 1947, pero ahora la gente está harta, coinciden los entrevistados. La gota que ha desbordado el vaso ha sido el duro 2010, que puso bajo la luz un sinfín de grandes escándalos, con casos que han salpicado a políticos de todos los niveles, como la corrupción en la organización de los Juegos de la Commonwealth o que la entrega de casas que eran supuestamente para viudas de guerra terminaran en manos de funcionarios. El propio encargado del organismo anticorrupción fue obligado por el Tribunal Supremo a dimitir por afrontar cargos de corrupción.
Una de las mayores quejas es que este fenómeno afecta al crecimiento. Aunque India crece al 9% a pesar de todo, sin este problema crecería con más fuerza, coinciden todas las fuentes. "La corrupción podría ser uno de los mayores obstáculos en la historia de crecimiento de India en la próxima década y podría afectar a la competitividad en los negocios", apunta un estudio publicado este mes por la auditora KPMG. No se trata solo de pequeños sobornos, sino de estafas de miles de millones de rupias que muestran el nexo entre la política y la industria y que, si no es controlado, podría tener un mayor impacto, según la encuesta.
"La corrupción ha aumentado muchísimo en los últimos años, a la par que el crecimiento económico. Hay más dinero de donde coger, sobre todo allí donde se requieren permisos para la tenencia de la tierra o explotar los recursos naturales", reconoce un alto funcionario que quiere mantener el anonimato. Los funcionarios corruptos son la minoría, pero son también los que tienen más poder, asegura.
Para este funcionario, la corrupción también está haciendo más grande la brecha entre los que han subido al tren del desarrollo y los que no. "Cuanto más pillaje, menos recursos para la gente con mayores necesidades, que reciben menos educación y siguen siendo un lastre, en lugar de convertirse en un activo para la economía", asegura.
El mayor impacto de la corrupción en los negocios es que el trabajo acaba en manos de quien no lo merece. "La calidad, los tiempos de entrega y toda la eficiencia se ven afectados", afirma Deepankar Sanwalka, encargado de riesgos y conformidad en KPMG en India e investigador del informe. La corrupción también perjudica el desempeño de los mercados de valores al incrementar la volatilidad y evitar que los inversores institucionales arriesguen su dinero a largo plazo.
Por ahora, "India no ha dejado de ser más atractivo como destino de inversión porque es un mercado grande en el que a todo el mundo le interesa estar", pero sí podría convertirse en un gran problema a medio plazo, al aumentar la competencia por el capital, según Sanwalka.
El exministro Andimuthu Raja y ocho más están en la cárcel a la espera de juicio por el caso de las licencias de telecomunicaciones. Se les acusa de vender en 2008 los permisos para operar por una ínfima parte de su valor real a cambio de sobornos. Según los expertos, India pudo haber perdido con esto unos ingresos por 40.000 millones de dólares.
No en vano, entre los sectores percibidos como más corruptos en India están el inmobiliario y la construcción, las telecomunicaciones y el desarrollo social. En la construcción y las infraestructuras "es donde se mueven cantidades de dinero más grandes", asegura un reconocido economista que prefiere no ser citado. Por otra parte, la corrupción encarece la creación de infraestructuras, el cuello de botella para que la economía india siga creciendo.
"Procuramos no entrar en el juego de la corrupción, pero no nos queda más remedio", reconoce una fuente de una empresa europea de infraestructuras. Asegura que hay corrupción en todos los niveles. "Muchas veces nos descalifican en algún proyecto porque otra empresa se puso de acuerdo con el cliente. Otras, el cliente nos ha buscado para llegar a un acuerdo y preguntarnos cuánto dinero le daríamos si nos adjudica el proyecto", asegura.
Según esta fuente, su empresa siempre se niega a este tipo de acuerdos previos, pero durante la ejecución es inevitable soltar dinero para que se liberen pagos o aprueben el avance de la obra. "No nos demos golpes de pecho, este tipo de cosas ocurren en otros países. Aunque sí es verdad que en India está más instaurado y se hace sin vergüenza", dice.
Otras fuentes europeas aseguran que la imagen internacional de India sufre mucho por la corrupción. Las empresas que operan allí sufren de pequeñas corruptelas en las aduanas o con la policía. Aunque se enteran menos de la gran corrupción de altos cargos, porque, para sortear la falta de transparencia en los negocios, se asocian con locales, aunque no siempre sería necesario.
Hay consenso en que la corrupción es también culpa del sector privado, que es quien paga y que, aunque lo sufre, es gran parte del problema. "Muchas veces son las empresas las que llegan ofreciendo dinero para que se les den los proyectos", asegura el funcionario público. Tan malo es tomar dinero como ofrecerlo, y las dos partes deben empezar a ser castigadas, coinciden las fuentes.
Aun así, no todo está perdido. Según el consultor de KPMG, sí se puede operar sin sobornar. "Trabajo haciendo investigaciones y he visto compañías que se niegan a entrar al juego a pesar de todo y al final salen airosas", asegura.
En India se tiene la percepción de que muchos casos de corrupción no se resuelven por la interferencia política. A finales de 2010, el Gobierno federal no había respondido a 236 peticiones de enjuiciar a funcionarios públicos por corrupción. Más del 66% llevaba más de tres meses en espera, según el reconocido PRS, un think tank de asuntos legislativos. Solo el 6% de los casos de corrupción encontrados por el organismo para la vigilancia de la corrupción (CVC, por sus siglas en inglés) ha sido juzgado por el Gobierno; el resto fue solucionado con multas o castigos menores.
El Gobierno se juega mucha de su credibilidad según cómo actúe sobre los escándalos. "La gente está cada vez más agitada; una clase media cada vez más enterada y con acceso a herramientas como Facebook y Twitter se está organizando para pedir más transparencia", afirma Sanwalka. Si el Gobierno actúa correctamente en estos escándalos, la corrupción podría disminuir, dice.
En la próxima sesión legislativa, India aprobará una nueva legislación contra la corrupción. El primer ministro Manmohan Singh ha pasado de ser percibido como alguien incorruptible a alguien que, sin implicarse, no toma medidas contra la corrupción. Aunque hay poco optimismo de que la situación mejore a corto plazo. "Los corruptos se han salido con la suya durante tantos y tantos años que es difícil creer que esta vez las cosas cambiarán. Al menos es buena señal que se esté hablando de ello", asegura el economista. -
ANNA HAZARE
(Bhingar, India, 1937)
Un activista de 74 años se ha convertido en la cara de las protestas contra la corrupción en India. El descontento popular ha tomado como líder a este hombre que emula al Mahatma Gandhi en su pacífica manera de protestar: con huelga de hambre. De hecho, Hazare define su batalla como "segunda guerra de Independencia".Su primer ayuno contra la corrupción duró cuatro días en abril pasado y terminó cuando el Gobierno aceptó incorporar representantes de la sociedad civil al proceso de redacción del proyecto de ley anticorrupción. Pero cuando la propuesta fue suavizada y los más altos cargos quedaron fuera de escrutinio, Hazare anunció que esta vez -el pasado martes- ayunaría hasta la muerte. Tenía preparado un vídeo para su eventual arresto y cuando este se produjo, pidió por este medio a los manifestantes que continuaran la lucha.
Anna Hazare ha ganado seguidores rápidamente, como era de esperar, por el simple hecho de que mucha gente está harta de las corruptelas de los gobernantes, y solo se necesitaba un líder que catalizara el movimiento. Sin duda su emulación de Gandhi atrae muchas simpatías en India. El activista "es visto como un hombre sencillo que se ha formado a sí mismo y que ha luchado desde la base, además de que no busca poder o dinero", explica la directora de Transparencia Internacional India, Anupama Jha.
Veterano de la guerra contra Pakistán por Cachemira en 1965, en 1992 Hazare ganó el Padma Bushan, uno de los más altos reconocimientos al mérito civil por crear un modelo de aldea sostenible. Ralegan Siddhi, su aldea natal, en el Estado de Maharashtra, pasó de ser un agujero de pobreza a tener un muy buen nivel de vida y, además, producir su propia energía renovable. Sin embargo, su método para eliminar el alcoholismo fue muy controvertido: a los reincidentes se les amarraba en un poste y se les azotaba.