José Sánchez Carrasco
Se crió en Casas Grandes, un pueblo de Chihuahua donde vive su madre, "muy acabadita", y una hermana. Su padre ya falleció. Dice tener 38 años. Llegó a esta zona de Sonora para trabajar como jornalero. Estuvo empleado en la recogida de sandias y da a entender que faenando resultó dañado de la espalda. Llegó en ambulancia al hospital, aunque ese dato no queda del todo claro, y más tarde fue rechazado. "No puedo caminar, camino como viejito, me canso… El doctor no me dijo nada. No me atendió. Ni siquiera habló conmigo. Quítate la ropa para que se te refresque…
Se crió en Casas Grandes, un pueblo de Chihuahua donde vive su madre, "muy acabadita", y una hermana. Su padre ya falleció. Dice tener 38 años. Llegó a esta zona de Sonora para trabajar como jornalero. Estuvo empleado en la recogida de sandias y da a entender que faenando resultó dañado de la espalda. Llegó en ambulancia al hospital, aunque ese dato no queda del todo claro, y más tarde fue rechazado. "No puedo caminar, camino como viejito, me canso… El doctor no me dijo nada. No me atendió. Ni siquiera habló conmigo. Quítate la ropa para que se te refresque…
Envuelto en una manta de cuadros, un agricultor mexicano pasó cinco días agonizando en la puerta de un hospital. El personal del centro se negó a atenderlo por no tener dinero ni seguro médico. El cadáver permanece en la parte trasera de una funeraria a la espera de que las autoridades encuentren a algún familiar. De lo contrario será enterrado en un nicho común dentro de una semana.
José Sánchez Carrasco, un nombre pronunciado por él mismo con las pocas fuerzas que le quedaban, se presentó con un caso severo de deshidratación en el hospital de Guaymas, una ciudad portuaria de Sonora, al noroeste de México. Era miércoles, 16 de octubre. Como reconoció después el propio director del hospital, se negaron a atenderle. El jornalero se instaló entonces con las pocas pertenencias que llevaba en la entrada del centro. Se valió durante varios días de la caridad de la gente que pasaba y lo veía ahí arrumbado. En el hospital dicen que llamaron a los servicios sociales pero que estos nunca llegaron. Lo encontraron muerto el pasado lunes.
El asunto ha alarmado a las autoridades del país. La secretaria de Salud, Mercedes Juan, ha pedido que no vuelva a pasar algo semejante "Lo delicado es que haya ocurrido a las afueras del hospital y por ello debe investigarse a fondo lo ocurrido", señaló este viernes a través de un comunicado. La ministra ha programado una reunión con los directores estatales para abordar la crisis. El director del hospital ya ha sido cesado.El caso de Sánchez Carrasco no hubiera pasado de ser una muerte anónima más si no fuera por la entrevista que le hicieron los reporteros de El Chacoteo, un canal local que emite por Internet. Ahí aparece debilitado, casi sin energías para hablar, pero de repente tiene momentos de lucidez en los que aporta datos que pueden ser útiles para armar el rompecabezas de su misteriosa vida.
MURIO POR SER POBRE.
José Sánchez Carrasco, un nombre pronunciado por él mismo con las pocas fuerzas que le quedaban, se presentó con un caso severo de deshidratación en el hospital de Guaymas, una ciudad portuaria de Sonora, al noroeste de México. Era miércoles, 16 de octubre. Como reconoció después el propio director del hospital, se negaron a atenderle. El jornalero se instaló entonces con las pocas pertenencias que llevaba en la entrada del centro. Se valió durante varios días de la caridad de la gente que pasaba y lo veía ahí arrumbado. En el hospital dicen que llamaron a los servicios sociales pero que estos nunca llegaron. Lo encontraron muerto el pasado lunes.
El asunto ha alarmado a las autoridades del país. La secretaria de Salud, Mercedes Juan, ha pedido que no vuelva a pasar algo semejante "Lo delicado es que haya ocurrido a las afueras del hospital y por ello debe investigarse a fondo lo ocurrido", señaló este viernes a través de un comunicado. La ministra ha programado una reunión con los directores estatales para abordar la crisis. El director del hospital ya ha sido cesado.El caso de Sánchez Carrasco no hubiera pasado de ser una muerte anónima más si no fuera por la entrevista que le hicieron los reporteros de El Chacoteo, un canal local que emite por Internet. Ahí aparece debilitado, casi sin energías para hablar, pero de repente tiene momentos de lucidez en los que aporta datos que pueden ser útiles para armar el rompecabezas de su misteriosa vida.
MURIO POR SER POBRE.
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