Aquellas fotografías que emocionan, impresionan y hasta estremecen, varían según el país y la época; sin embargo todas logran crear empatía y se convierten en símbolos, mucho más allá de una simple representación. Su poder se ha demostrado muchas veces en la historia: La guerra de Vietnam, por ejemplo, se terminó entre otras razones por la campaña montada sobre la base de documentos visuales que mostraron los abusos cometidos por ambos bandos.
Han habido también varios proyectos que utilizaron a la fotografía como un instrumento de reivindicación popular. En América Latina resaltan el "Cine Antropológico" de Argentina y la "Casa del Fotógrafo" en México. De Estados Unidos recordamos los trabajos de la "Farm Security Administration" y del "Foto League" en los años 30. En el Perú podemos mencionar a Martín Chambi, y en los 90 los intentos de Carlos Domínguez y Herman Schwarz de organizar agencias de fotografía con intenciones sociales. Además, podemos mencionar el inmenso número de publicaciones realizadas por diversas ONG que incluyen fotografías con el objetivo de crear medios de identificación para sus destinatarios y para mostrar su ámbito de trabajo frente a terceros. Sin embargo todas estas iniciativas tienen en común el carácter profesional de sus protagonistas; son fotógrafos, reporteros gráficos, sociólogos, antropólogos, comunicadores, etc, quienes elaboran una visión de los sectores populares a los que no pertenecen directamente.
Para hablar de fotografía social se deben cumplir dos premisas: Por un lado, las imágenes que, superando su origen muchas veces comercial, llegaron a ser armas en la lucha contra la violencia e injusticia y generaron denuncias y reivindicaciones. Por otro lado, un grupo de fotógrafos que no son ajenos a lo fotografiado, sino partícipes directos del entorno.
Martín Chambi Jiménez (1891-1973)
Fue un fotógrafo indígena nacido en Coaza, Puno, en el sur del Perú, en una familia de campesinos quechuahablantes en una de las regiones más deprimidas del Perú, a finales del siglo XIX.
Mira a su gente con ojos no colonizados. Hijo de una familia inca de agricultores, Martín Chambi posee una visión indigenista genuína. Su mirada no está contaminada de compasión sino de un sentimiento noble que trasciende la condescendencia miserabilista tan propia de quienes miran desde afuera.
Su obra es un compendio sensible que da testimonio de su país, enalteciéndo la presencia de la cultura indígena, registrando con atención y finura poética los retratos de la burguesía cuzqueña; documentando con ojo sensible la topografía de los monumentos incas, la arquitectura colonial, las escenas rurales y cotidianas, los eventos sociales.
El de Martín Chambi es un testimonio humano, un documento histórico y antropológico en el cual la mirada del fotógrafo es indivisible de la expresión e identidad de una cultura. Su legado alrededor de 30.000 placas; y además 12.000 a 15.000 fotografías en rollos.
"He leído que en Chile se piensa que los Indios no tienen cultura, que son incivilizados, que son intelectual y artísticamente inferiores en comparación a los blancos y los Europeos. Más elocuente que mi opinión, en todo caso, son los testimonios gráficos. Es mi esperanza que un atestado imparcial y objetivo examinará esta evidencia. Siento que soy un representativo de mi raza; mi gente habla a través de mis fotografías."
—Martín Chambi, 1936
Autorretrato de Martin Chambi, Coaza, Puno 1930
Campesino y nevado Qoyllor Riti, Cusco 1934
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TAFOS -- TALLERES DE FOTOGRAFIA SOCIAL
El proyecto TAFOS -Talleres de Fotografía Social-, iniciado en 1986 por Tomás Muller, reúne más de doscientas mil imágenes captadas durante doce años por dirigentes de comunidades campesinas, dirigentes obreros, estudiantiles y dirigentes populares, que eran entrenados en talleres para captar imagenes de su realidad cotidiana.
El Proyecto finalizó sus actividades en 1998, cediendo su archivo documentario y fotográfico a la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Desde entonces se ha establecido como Archivo Fotográfico TAFOS / PUCP. Debido a su valor histórico y artístico este Archivo es hoy uno de los bancos de imágenes más importantes y reconocidos del país.
TAFOS nace en el Perú en el año 1986 con talleres en Ocongate (Cuzco) y El Agustino (Lima); ambos organizados por Thomas Müller y los mismos pobladores, quienes utilizaron cámaras fotográficas para registrar su cotidianeidad.
Este proyecto consistió en proveer de equipos fotográficos a los pobladores que participaban en los talleres y difundir las imágenes producidas. La experiencia en Ocongate y El Agustino demostró que el uso de la fotografía como herramienta de comunicación directa de los propios pobladores era posible, esto motivó que entre 1988 y 1990 TAFOS se empezara a formar como grupo y como una institución civil sin fines de lucro, cuya base se encontraba en los talleres de fotografía social. Los primeros miembros del equipo fueron Thomas Müller, Enrique Larrea, Helga Müller (consejo directivo), Carmela Abregú y José Chuquiure.
Los objetivos que se buscaban eran promover la organización popular y denunciar la problemática social del país mediante el uso de la fotografía. Esto implicaba la producción y difusión de imágenes y contenidos de la realidad que vivían los propios sectores populares, creando así una forma de comunicación alternativa con medios modernos. Las tareas de TAFOS fueron más allá y permitieron que los pobladores registren no sólo la constante violencia, sino todo tipo de actividades religiosas, laborales y educativas.
Hacia 1991, con 11 talleres en funcionamiento, un mayor personal dentro de la institución y acciones de difusión del trabajo en Chucuito (Puno) y en Londres se formula el Proyecto trienal (1991 - 1993) que buscaba consolidar los talleres existentes y el equipo de trabajo, además de formular una propuesta a nivel nacional.
De 1992 a 1994 TAFOS entra en reorganización interna ante la necesidad de adaptar la institución a la realidad social del país, que en ese entonces había llegado al punto máximo de violencia. Esto se tradujo en una reducción de los talleres y en 1995 se realizan los últimos de manera tradicional. El mismo año la dirección pasa a manos de Mariella Sala. A partir de este momento comienza la transformación de TAFOS hacia su funcionamiento como una agencia periodística y archivo fotográfico. En diciembre de 1998 cierra definitivamente, contando con veintisiete talleres realizados y más de 200 000 imágenes captadas por cerca de 200 fotógrafos.
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