SANTA REVUELTA
Santa Revuelta toca en piquetes desde 1999. Cuando en ese año se presentó a tocar en la “escuela amarilla” del Barrio La Juanita, en La Matanza ( en Argentina) , Juan Carlos Alderete los presentó diciendo: “¿Se acuerdan, compañeros, de que yo siempre les decía que, allá en la Capital, también hay gente que simpatiza con nuestras luchas? Hoy, por fin, tenemos con nosotros a este grupo de músicos”.
Santa Revuelta participó en los históricos piquetes de La Matanza y, junto con otra banda llamada el Culebrón Timbal, ayudó a sostener su escenario y sonido, así como el de los camiones en las grandes marchas piqueteras de 2001 hacia la Capital. Por esa presencia el sello musical con que habían firmado contrato los retiró de difusión y disquerías.
A Santa Revuelta le gustan los piquetes, le gusta su gente, su lucha, ha participado de ellas y, como el Culebrón Timbal, el cantautor Abelardo Martín, el charanguista Rolando Goldman, la compañera Rosita, el Duende Garnica, Madreselva, el grupo de teatro Al borde y otros artistas presentes en esas luchas desde hace mucho, y no podría cantar sobre los piquetes y la desocupación sin estar en ellos.
Santa Revuelta hace chamamés, chacareras y cumbias, en un esfuerzo por conectarse con piqueteros y obreros, apreciando lo popular, en actitud crítica hacia el rock “diferenciador” de clases o capas sociales, y buscando letras filosas.
Les parece que es el camino seguido en otras épocas por Atahualpa Yupanqui, por Chico Buarque, por Violeta Parra, el del cuidado de la propia cultura, pero sin concesiones a sus partes blandas; y el camino de cautela en cuanto a géneros provenientes de metrópolis, que parecen “naturales” y “de superados”, pero cuentan con poderosas maquinarias económicas para su expansión.
Santa Revuelta se opone a la “cumbia villera” por lo poco que tiene que ver con las luchas de trabajadores y desocupados de nuestro país, y lo mucho con un reposicionamiento de grandes sellos discográficos ante públicos y mercados en picada.
Los conjuntos de “cumbia villera” se mueven por circuitos estrictamente empresariales y, consistentemente, no han asomado por huelgas, marchas ni cortes de ruta. La “cumbia villera” presenta una visión parcial –y por tanto falsa- de la sociedad. En su mundo existen los miserables, los desocupados, borrachos, etc., pero no la huelga, el sindicato, los partidos, ni siquiera la clase obrera.
YO SOY EL DESOCUPADO (chamamé)
Letra: Aníbal Kohan / Música: Aníbal Kohan y Juan Rivero
yo soy el desocupado
¿por qué me mirás así?
si a vos ya te anda pasando
lo que antes me pasó a mí
trabajás y andás con miedo
de terminar como yo
¡se aprovecha y paga menos
el zorro de tu patrón!
Estr:
desocupado vengo a pelear
que es mi derecho y no han de quitar
desocupado vengo a pelear
mi patria no van a robar
yo soy el desocupado / ¿por qué me mirás así?
si a vos ya te anda pasando / lo que antes me pasó a mí
la empresa en que trabajaba / cerró y se metió a importar
que al gringo se le hizo socia / nuestra vieja patronal
yo soy el desocupado / me piden venga a votar
¡yo voto pero ni en pedo / a un candidato patronal!
VER VIDEO
http://www.youtube.com/watch?v=o5TcMcK2rsc&feature=related
PIQUETE es una forma de protesta donde un grupo de personas, dentro del contexto de una huelga, intenta que esta sea secundada. Dado que en ocasiones los piquetes emplean métodos expeditivos, es necesario a menudo puntualizar que se trata de piquetes informativos para designar a aquellos que intentan defender el derecho de huelga de todos los trabajadores utilizando medios legítimos como la información o el convencimiento.
Las características de este fenómeno se refieren a los movimientos de protesta, realizados por grupos de personas, organizados o no, los que pueden pertenecer a uniones sindicales o gremiales.
Inicialmente, los piquetes se constituían espontáneamente, en lugares históricos, o frente a edificios de importancia (entidades bancarias, Casa de Gobierno, Legislatura, Palacio de Tribunales, entre otros).
La finalidad de un piquete es la de generar cambios ante una situación de desacuerdo, ya sea de orden político, económico, ambiental, social, etc. En algunas ocasiones, la realización de un piquete abandona su categoría de convocatoria pacífica, y se convierte en una manifestación con actos de violencia.
viernes, mayo 13, 2011
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