martes, enero 24, 2012

YUYANAPAQ: EL PERÚ NO OLVIDA

YUYANAPAQ
en lengua Quechua significa "para recordar" , es un espacio de conmemoración que, utilizando la fotogragía como herramienta de conocimiento y recuerdo, muestra pruebas irrefutables del horror vivido durante el periodo 1980-2000, constituyéndose así en un informe Final Visual de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

EL PERÚ NO OLVIDA

Recordar las muertes y atentados perpetrados por Sendero Luminoso no es un ejercicio agradable, pero sí necesario.
Todos los que aún tenemos memoria recordamos los coches bomba, los apagones, la posibilidad de no regresar a casa. El miedo. A todos los que aún tenemos memoria nos duele saber que hay gente que no sabe quién es Abimael Guzmán ni que Sendero Luminoso dejó miles de muertos.

El Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), publicado en agosto del 2003, dio cuenta de la violencia armada interna que vivió nuestro país entre los años 1980 y 2000. Ahí se menciona que Sendero Luminoso fue “el principal perpetrador de crímenes y violaciones a los derechos humanos” y que su ideología fundamentalista, que “no tenía respeto a la vida”, es una organización “construida en torno al culto a la personalidad de Abimael Guzmán”.

Justamente, en las conclusiones sobre el grupo terrorista como actor armado, la CVR señala a Abimael Guzmán es el “principal responsable de los crímenes y masacres perpetrados” por el Partido Comunista del Perú (PCP) Sendero Luminoso.

A Guzmán Reynoso se le atribuye el diseño de los planes para los asesinatos y masacres y la orden para ejecutarlos como parte de su estrategia armada contra el Estado y la sociedad peruana.

LOS CRÍMENES
La organización criminal asesinó a 11.021 personas y fue la responsable de 1.543 desapariciones, lo que da una cantidad de 12.564 víctimas de su accionar.

“Tal cifra representa el 54% de todos los casos de muertos y desaparecidos reportados a la CVR y convierte a esta organización subversiva en el principal responsable de víctimas fatales del conflicto armado interno”, se indica en el primer capítulo del tomo VI del informe, que justamente habla de las violaciones a los derechos humanos por parte del movimiento.

El 24% de los asesinados –incluidos degollamientos, lapidaciones y mutilaciones- fueron dirigentes sociales, el 56% eran de zonas rurales. Sus víctimas fueron campesinos, autoridades locales, dirigentes comunales, dirigentes populares, dirigentes y militantes de organizaciones políticas, maestros, ingenieros, religiosos, periodistas, amas de casa, policías, miembros de las FF.AA., entre otros.

Además, en el Anexo 2 del informe, se hace una estimación de cuál podría ser la cifra real de víctimas entre los años 1980 y 2000.
“Dada la información disponible, concluimos que el número total de muertos y desaparecidos causados por el conflicto armado interno peruano se puede estimar en 69.280 personas, dentro de un intervalo de confianza al 95% cuyos límites superior e inferior son 61.007 y 77.552, respectivamente”, señala el documento.
De este número, se estima que el 46% fueron víctimas de Sendero Luminoso, lo que quiere decir que un máximo de 35.673 peruanos fueron asesinados o desaparecidos como consecuencia de las acciones del grupo terrorista.

MUERTES EN 20 DEPARTAMENTOS
En 20 departamentos actuó Sendero Luminoso dejando terror y llanto a su paso, sobre todo en zonas rurales. Los primeros asesinatos registrados por la CVR se perpetraron en 1980 en Ayacucho en este departamento se reportó el 50% de los crímenes. Los otros departamentos en donde tuvo presencia son Junín, Huancavelica, Huánuco, Apurímac, Puno, San Martín, Cusco, Ucayali, Lima-Callao, entre otros.

ASESINARON HASTA A NIÑOS
Para citar un ejemplo de la crueldad de Sendero Luminoso, vale recordar la masacre de Lucanamarca en abril de 1983, en la provincia de Huancasancos, departamento de Ayacucho. ¿Por qué? Es que los campesinos se empezaron a organizar en rondas de autodefensa y además se había dado muerte a uno de los cuadros subversivos.

“El saldo final de la masacre fueron 79 comuneros (incluyendo niños, mujeres y ancianos) brutalmente asesinados con machetes, cuchillos y armas de fuego”, señala la CVR.

Otro evento similar es la masacre en la comunidad de Ccano, en Huanta, Ayacucho, en febrero de 1991. Murieron 36 pobladores que participaban en un culto de la Iglesia Evangélica Pentecostal de la comunidad.

“Entre los relatos más dramáticos que ha recibido la CVR se encuentran casos de niños asesinados por miembros del PCP-SL o por sus propias madres amenazadas por los primeros, con el objetivo que sus llantos no revelen la posición de los grupos que estaban siendo desplazados a las zonas de retiradas”, también se añade.

ESPANOL
http://youtu.be/uxQ-ZoP6AiY



http://youtu.be/LwIfk6hvUbw



ENGLISH
http://youtu.be/OKfqZROaMRs



http://youtu.be/i2kWnzchuBg

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