jueves, julio 05, 2012

VIDELA : robo de niños


El dictador Videla, condenado a 50 años de cárcel por el robo de niños.


El tribunal confirma la tesis de que la desaparición de bebés durante el régimen militar (1976-1983) fue sistemática. Hace 16 años las Abuelas de la Plaza de Mayo denunciaron los hechos.

Jorge Rafael Videla, el dictador más cruel.
Encabezó la dictadura más cruel de la historia argentina entre 1976 y 1981. Bajo su régimen desaparecieron 30.000 personas, según los organismos de derechos humanos. Buscó instaurar una cultura represora y un modelo económico neoliberal a ultranza. General del Ejército, durante el histórico juicio contra las Juntas Militares que asolaron Argentina fue condenado por primera vez en 1985 a reclusión perpetua por terrorismo de Estado. Pero en 1990 el entonces presidente Carlos Menem, lo indultó. No obstante, en aquel juicio no se juzgaron los robos de bebés y por esta causa Videla volvió a prisión en 1998. Permaneció tras las rejas solo 38 días hasta que consiguió el beneficio de la prisión domiciliaria, dado que era mayor de 70 años.
En 2008 regresó a la cárcel. Y en 2010, después de la anulación de las leyes del perdón y los indultos en el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), fue condenado por segunda vez en su vida a prisión perpetua por los delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia de Córdoba. No ha reconocido la autoridad de los jueces y desmiente que haya habido nunca un plan sistemático por parte del Ejército para apropiarse de menores. En su alegato final declaró: “Lo que sí es cierto es que todas las parturientas aludidas por la querella, así como por la fiscalía, eran militantes activas de la maquinaria del terror. Y muchas de ellas usaron a sus hijos embrionarios como escudos humanos al momento de operar como combatientes”. Tiene 86 años.

El 23 de octubre de 1977 se reúnen por primera vez en Buenos Aires ocho madres de desaparecidos, convencidas de que las une el hecho de que de que sus hijas habían sido secuestradas con sus bebés o durante los meses de gestación. Nace así lo que después se conocería como las Abuelas de Plaza de Mayo. En este libro se relata su 30 años de búsqueda.
El 30 de diciembre de 1996 se inicia en Buenos Aires el juicio por el plan sistemático de apropiación de niños ante una denuncia de las Abuelas. La causa oral comenzaría 15 años después, el 28 de febrero de 2011. La lectura de la sentencia se fijó para el 5 de julio de 2012, tras año y medio de sesiones públicas.
El juicio investiga los casos de 34 hijos de desaparecidos. De ellos se han ofrecido a declarar solo 20.
200 testigos han prestado testimonio.
En el banquillo de los acusados se sientan dos dictadores, seis militares, un miembro de la prefectura naval o guardia marina, un agente de inteligencia y una civil, Susana Inés Colombo. Excepto Colombo, todos se encuentran en prisión o bajo arresto domiciliario. Ocho están procesados por organización o encubrimiento del aparato criminal de las apropiaciones de niños. Y tres (Juan Azic, Víctor Gallo y su antigua esposa, Susana Inés Colombo) son juzgados por haberse quedado con hijos de desaparecidos.
El último detenido fue Víctor Gallo, encarcelado el 19 de febrero de 2010, dos días después de que su hijo adoptivo, Francisco Madariaga, recuperase su identidad.
105 nietos han recuperado su identidad hasta el día de hoy.
Aún hay 400 denuncias de desapariciones de nietos.

Unas 25 personas han sido condenadas por apropiarse de niños durante la dictadura, al margen de este juicio. En los casos en que los menores fueron adoptados judicialmente, sin falsificación de las partidas de nacimiento, la justicia argentina no actuó contra los padres adoptivos.

300 familias han depositado su ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos, además de los 105 encontrados. En los últimos cinco años se incorporaron 60 familias.
De los 34 casos incluidos en el juicio sólo un padre (Abel Madariaga) y una madre (Sara Méndez) biológicos lograron reencontrarse con sus hijos. En cuanto al resto de los 105 que recuperaron su identidad, al menos cinco han logrado conocer a sus padres biológicos.
El último menor robado que recobró su identidad biológica, la nieta 105, es Laura Reinhold Siver. La obtuvo el 2 de agosto de 2011, después de que cuatro años atrás acudiera a la sede de las Abuelas de Plaza de Mayo, en Buenos Aires, llevada por sus propias sospechas.
La última detención por apropiación se produjo el miércoles 4 de julio, un día antes de dictarse la sentencia. Se trata de Ana María Grimaldos, de 76 años, esposa del capitán Jorge Vildoza, ex jefe de la ESMA (Escuela Superior Mecánica de la Armada). Grimaldos llevaba 24 años como prófuga de la Justicia. Fue quien crió a Javier Gonzalo Penino Viñas, nacido en la ESMA durante el cautiverio de su madre, Cecilia Viñas.
Tres imputados por apropiaciones de niños siguen en búsqueda y captura. Uno de ellos es Jorge Vildoza, a quien su esposa, Ana María Grimaldos, ha declarado muerto. Los otros son Juan Carlos Vázquez Sarmiento, oficial de la Fuerza Aérea (padre adoptivo del nieto 102, Ezequiel Rochistein) y el militar Ricardo Luis Von Kyaw, acusado por entregar a un niño nacido en cautiverio.




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