sábado, diciembre 17, 2011

Tariq Tayyib Mohammed Bouazizi

17 DE DICIEMBRE:
Tariq Tayyib Mohammed Bouazizi

Más conocido como Mohammed Bouazizi (Sidi Bouzid, 29 de marzo de 1984 – Ben Arous, 4 de enero de 2011) fue un joven tunecino, vendedor ambulante, que se suicidó quemándose a lo bonzo públicamente en protesta por las condiciones económicas y el trato recibido por la policía.
Los agentes de policía de la localidad tunecina de Sidi Bouzid probablemente no habrían confiscado el puesto de frutas y verduras del joven Mohamed Bouazizi si hubiesen intuido las consecuencias de ese pequeño acto. Lo hicieron, sin embargo, y ese gesto desató una grave reacción en cadena que comenzó el 17 de diciembre del 2010 con Bouazizi prendiéndose fuego públicamente.
El joven de 26 años, que se inmoló en un gesto desesperado ante el Ayuntamiento de su pueblo, tenía un diploma universitario en Informática, pero estaba desempleado, como el 14% de la población tunecina y la mitad de los jóvenes de los países árabes, según un estudio del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas y la Liga Árabe. Su puesto ambulante era la única fuente de ingresos con la que podía ayudar a subsistir a su familia. La rabia, la ira y la frustración de verlo desaparecer ante sus ojos le empujó a un martirio público con un resultado sin precedentes en Túnez.
Pocas veces en la historia el sacrificio de un joven pobre y desconocido ha terminado con un Gobierno y un líder autócrata instalado en el poder durante más de dos décadas. La historia de Bouazizi, atormentado por la imposibilidad de encontrar un trabajo mientras el precio de los alimentos continúa al alza, no es un hecho aislado. El 40% de la población de los países árabes, es decir, más de 140 millones de personas, está por debajo del índice de la pobreza. Y lo que es peor, el dato no ha mejorado en los últimos 20 años.

Sidi Bouzid, en el centro del país, es un pueblo alejado del circuito turístico de playas y hoteles que ofrecen los touroperadores europeos. Su nombre será recordado, no obstante, por ser el lugar donde comenzaron las protestas que derivaron en disturbios generalizados, llegaron a la capital y revolucionaron el país.

Bouazizi falleció en el hospital el 5 de enero del 2011. No consiguió recuperarse de las quemaduras que él mismo se provocó. Pero ya era un héroe nacional antes de morir. El informático desempleado se convirtió en un símbolo entre los jóvenes y comerciantes tunecinos, que comenzaron las manifestaciones para reclamar trabajo, justicia y libertad.

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